POR DHATI LEWIS
En tiempos de incertidumbre, tragedia y lucha, podemos sentirnos abrumados por nuestra impotencia. Hay muchos factores importantes en nuestro día a día en los cuales no tenemos ningún control.
Cuando estamos en ese punto, tenemos algunas opciones. Podemos luchar por el control y dejarnos dominar por nuestros miedos y caer en una trampa de ansiedad. Podemos volvernos apáticos, quitarnos de encima toda la responsabilidad y adormecer ese dolor producido por la lucha; pero también hay muchas otras respuestas dañinas: podemos explotar en ira, podemos abstraernos, recurrir a la televisión o a sustancias para distraernos de la realidad.
Sin embargo, hay otra manera: el camino es estrecho. A veces es más difícil de encontrar, pero es el camino hacia la salud y la intimidad. Creo este es el camino tanto de la honestidad como de la responsabilidad. Es la ruta donde sentimos nuestras emociones y somos honestos con la verdad de nuestro corazón, mientras rendimos delante de Dios las circunstancias fuera de nuestro control y asumimos responsabilidad por aquello dentro de nuestro control.
Suena muy bien en teoría, pero ¿cómo llegamos a esto? La clave es la oración.
LA ORACIÓN COMIENZA POR ACEPTAR QUE ESTAMOS ROTOSNUESTRA IMPERFECCIÓN
La oración comienza con la carga de aceptar nuestra imperfección. Llevamos nuestras limitaciones delante de Dios y aceptamos nuestras debilidades, mientras confiamos en Él y en su poder. La oración alinea nuestro corazón con el de Dios —nos cambia, nos forma, nos anima, nos ayuda a escuchar su voz y a confiar en su sabiduría—. La oración nos coloca en una posición de humildad porque debemos enfrentar nuestras propias limitaciones, mientras le pedimos a Dios usar su poder para obrar en y a través de nosotros.
En muchos sentidos, la oración es la manera de como luchamos con Dios. En Génesis 30, Jacob luchó con Dios, y él lo bendijo por ello. A partir de ahí, Dios cambió el nombre de Jacob por el de Israel (que significa literalmente «lucha»). Después, Dios utilizó el nombre de Israel como el nombre de su pueblo. Piénsalo: Dios llamó a su pueblo elegido «Lucha», y ahora, como pueblo de Dios, no estamos exentos de esto; debemos luchar, y estamos llamados a hacerlo bien.
La oración es una de las formas de luchar bien y lidiar con nuestra impotencia. Es nuestra plataforma para vivir una vida de confesión y arrepentimiento. Nos ayuda a cambiar constantemente la forma de ver a Dios, transformando nuestra visión de Él conforme a su Palabra. La oración es una forma de soltar el control, aceptar nuestra humanidad e impotencia y clamar a aquel que tiene el máximo poder.
LA ORACIÓN ES NUESTRO CLAMOR A DIOS
La oración es nuestro clamor.
Piensa en un bebé recién nacido. Nace en total necesidad, con total dependencia de alguien.¿Cuál es el primer indicador de un bebé sano al momento de nacer? Su clamor o llanto. El llanto de un bebé puede ser una señal de salud. Si un bebé no llora o no puede clamar, posiblemente algo no esté bien.
Debemos acercarnos a Dios de la misma manera, reconociendo nuestra total necesidad y dependencia de Él, y usando nuestra oración como una manera de clamar a Él en medio de las circunstancias.
Entonces, al comenzar a orar en este tiempo, empieza por aceptar tu humanidad: eres imperfecto; tu poder es limitado; no tienes el control. Luego, reconoce la soberanía de Dios. Reflexiona en tu corazón las verdades del poder, el control, el amor, la gracia, la bondad y recuerda su promesa: Un día él hará nuevas todas las cosas.
Después aprovecha tus oportunidades.
Podemos sentirmos impotentes, pero no estamos indefensos. Dios nos empodera con su gracia por medio de su Espíritu, para llevar su reino adonde estamos hoy.
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PUBLICADO EL 5 DE MARZO DE 2021
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Dhati Lewis
Dhati Lewis fue el presidente de Send Network de la Junta de Misiones Norteamericanas y pastor principal de la iglesia Blueprint de Atlanta, Georgia. Obtuvo su maestría en Ministerio Transcultural en el Seminario Teológico de Dallas y recientemente recibió su doctorado en Ministerio en Movilización de la Gran Comisión en el Seminario Teológico Bautista Southeastern. Dhati tiene siete hermosos hijos y está casado con Angie, una mujer con gran discernimiento que lo empodera y anima a vivir plenamente en su identidad en Cristo. Es el autor del estudio bíblico y del libro Among Wolves: Disciple Making in the City (En medio de lobos: cómo hacer discípulos en la ciudad).
Published noviembre 21, 2022